Cómo organizarte sin dejar de ser feliz en el proceso

Hoy en día hemos caído en este pensamiento tóxico de que la persona productiva es la persona más ocupada, la que más se trasnocha, la que más se desgasta. Duele admitirlo, pero la mayoría de nosotros pensamos que la mejor forma de organizarnos es haciendo una lista con mil pendientes y rezar para que se cumplan ¿y qué nos ha traído esa manera de pensar? Exacto, nada bueno.

Lo diré yo porque creo que es importante que lo sepas, pero estás intentando hacer MUCHO a la vez. La realidad es que es hora de que todos rompamos ese ciclo vicioso que hemos heredado de generaciones pasadas, pero que con gusto hemos alimentado. Porque aunque es cierto que el trabajo duro es fundamental para lograr lo que queremos en la vida, la verdad es que nada de lo que alcancemos valdrá algo si no disfrutamos de nuestra vida en primer lugar.

Es una realidad difícil de aceptar, pero la respuesta a la productividad está en hacer todo lo opuesto a lo que venimos haciendo y creyendo. Como decía nuestro buen amigo Albert Einstein, “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.”

Es una frase totalmente cierta que nos lleva a preguntarnos qué hace que algunas personas sean una máquina de productividad, que persigan varias pasiones, que sean exitosas y nosotros, pues nos sintamos estancados, como en un círculo interminable de deberes no cumplidos y culpas acumuladas. Y es que lo fácil es sentarnos a hablar de las razones detrás de porqué no logramos cumplir con todo, pero creo que no es el tema más importante.

De lo que si quiero hablar contigo hoy es de lo que me ha ayudado a mejorar, a lograr lo que quiero sin sacrificar mi felicidad en el proceso. El método que me ha cambiado mi vida y me ha dado la seguridad de creer que efectivamente, si puedo con todo en la vida. Está herramienta mágica de la que hablo es el time-blocking o en español bloques de tiempo.

Está metodología ha logrado lo que 15 años de estudio no han podido: hacerme entender que debo enfocarme en poco para lograr bastante. Suena revolucionario lo sé, pero cortemos la fantasía y vayamos a lo empírico, ya que me imagino que todos se estarán preguntando qué es lo que tiene de especial esto.

La respuesta, puesta en palabras sencillas, es que este método logra manejar eficientemente el tiempo a través de bloques de trabajo. Deja de lado las listas de que haceres y se enfoca en tareas claras que se cumplirán en tiempos designados y en el que aseguras un enfoque total. El límite de tus pendientes te lo va a dar tú mismo día, ya que con horas finitas vas a tener que priorizar unas tareas sobre otras. Abajo te doy un ejemplo de cómo se vería una semana usando los bloques de tiempo sin dejar de lado los deberes como lo es trabajar o estudiar.

A partir de esto, logras resolver uno de los obstáculos más grandes que es la toma de decisiones. Pues al evitar este desgaste de tomar decisiones constantemente, te enfocas en poner en marcha un plan claro que organizaste con antelación. Y es que está no es la única ventaja de este método, ya que organizar tus días a partir de bloques de tiempo te va a permitir priorizar la calidad de tú trabajo y eliminar el querer hacer muchas cosas a la vez. No es casualidad que las mentes más brillantes de la actualidad como: Bill Gates, Elon Musk, Cal Newport, etc. Hagan uso de este método para obtener resultados extraordinarios con las mismas horas del día que tú y yo.

Si le diste más de una oportunidad a tú ex, ¿Por qué no se lo darías a este método? Usa tú notion o Google Calendar y verás como el priorizar y asignarles un tiempo a tus tareas te van a convertir en una máquina de productividad.

Por el contrario, si eres de esas personas difíciles de convencer y aún tienes dudas frente al método, no te preocupes, la verdad es que no se aprende algo de la noche a la mañana. Dale tiempo, empieza de a poco y te aseguro que este método logrará facilitarte la vida. Antes de irme quiero recomendarte los 3 libros que me enseñaron todo acerca de los bloques de tiempo.